Conocida por ser la montaña más alta de la Costa Blanca con sus 1.558 metros, Aitana es uno de los mejores lugares de la región para practicar senderismo disfrutando de las espectaculares vistas al mar Mediterráneo y al valle de Guadalest.
Caminar por Aitana es dejarse llevar por los sentidos, disfrutar del silencio y de los distintos colores presentes en cada estación del año, silencio roto tan sólo por el ruido del agua en sus fuentes o por el canto de sus numerosas especies de aves.
De la mano de nuestros guías conocerá por qué Aitana es uno de los lugares de la Costa Blanca con una mayor biodiversidad gracias a su orientación, altitud y proximidad al mar. Además le mostraremos como interpretar su peculiar historia geológica. Y es que geología y botánica se unen en esta montaña para ofrecerle rincones singulares donde entender cómo se formó este macizo montañoso y descubrir plantas únicas en el mundo.
Atravesará el Pas de la Rabosa, una estrecha hendidura en la roca que le llevará de una otra vertiente de la sierra y desde donde disfrutará de las espectaculares simas de Partagat.
Aprenderá además cómo vivían sus habitantes hace siglos, gracias a la huella de sus pozos de nieve entre bellos campos de olivos, almendros y cerezos. Campos que producen la materia prima con la que se elaboran multitud de platos que han dado gran fama a la gastronomía del interior de la Costa Blanca. Recetas tradicionales elaboradas en restaurantes seleccionados por Oxytours, donde esa tradición se alía con la vanguardia para su satisfacción.
Para finalizar la jornada podrá realizar, contratando opcionalmente, la visita a una almazara donde se produce una de las joyas de las montañas de la Costa Blanca: el aceite de oliva, base de la cultura mediterránea. Un proceso laborioso realizado con mimo, desde la recogida de la oliva en el árbol hasta el fin del embotellado, cuyo resultado podrá degustar en una cata.
Oxytours ha preparado esta ruta para compartir con usted el increíble Patrimonio ambiental de esta sierra con un único objetivo: Tocar el cielo de la Costa Blanca.