Gabriel Miró, destacado escritor y poeta alicantino de inicio del siglo XX denominó al Monte Ponoig el “León dormido”, pues así lo parece esta montaña, cuyos estratos plegados se asemejan a la melena del gran felino. El que se aventura a caminar por él descubre que la montaña es en efecto un verdadero león de grandes acantilados, profundos barrancos y con una magnífica atalaya que es su cima desde la que se observa, a 1.189 metros de altura, una panorámica excelente de la Costa Blanca.
Sin duda el Ponoig es una montaña diferente, altiva, única. Su elevada altitud unida a su cercanía al Mediterráneo ha dado lugar a una serie de hábitats distintos que albergan numerosas especies de plantas y animales de especial singularidad y que conocerá de mano de nuestros guías. Una elevadísima biodiversidad que convierten a esta zona en un paraíso ambiental y paisajístico.
Los senderos del Ponoig relatan cómo vivían aquí sus gentes, de qué manera se ganaban la vida, como conocían las propiedades curativas de las plantas presentes en sus laderas o como vivieron la transformación que sufrió esta región desde los años 50 hasta la actualidad. Aún permanecen los muros de piedra de las zonas de cultivo en la montaña, atentos a todo lo que acontece.
De todas las historias que contamos en esta jornada, una de ellas no se escucha, se siente con todos y cada uno de sus sentidos. Porque hay lugares en los que comer deja de ser el sentarse en una mesa y probar una serie de platos para convertirse en un viaje, un viaje al pasado y también al futuro, donde el respeto por la tradición en la elaboración de los platos, la calidad de verduras y hortalizas de sus huertas o el buen hacer con las carnes, pescados y mariscos se combinan con la pasión por la gastronomía y el amor por la tierra, para hacer entender a los comensales por qué la cocina de la Costa Blanca es un placer para los sentidos.
Para finalizar nuestro tour, después de la comida, podrá contratar de manera opcional la visita a una excelente bodega para conocer el funcionamiento de la misma, realizando la cata de una pequeña selección de vinos y aceites de oliva de excelente calidad.
Acompáñenos por nuestras montañas conociendo la importancia de sus plantas y aves, de su Patrimonio cultural, de su excelente gastronomía.