En el sureste español, entre el interior de la Costa Blanca y la vecina región de Castilla La Mancha encontramos otro mar, que poco tiene que ver con el que se observa desde la costa. El viento también dibuja olas en él, pero este en ocasiones presenta un color verde intenso para luego pasar a un dorado tostado de espigas.
Así son los mares del interior, un espectacular mosaico de campos de cereal donde destaca, entre el resto de aves presentes aquí, la Avutarda (Otis tarda), una de las aves de mayor tamaño presente en Europa y cuyo cortejo nupcial es uno de los más espectaculares que se pueden observar en la naturaleza.
Pero además en estas llanuras cerealistas podrá observar otras aves ligadas a este medio como es el caso de los Cernícalos primilla (Falco naumanii,) que utiliza las viejas casas diseminadas por la zona para poder criar, el Sisón (Tetrax tetrax), la Ganga (Pterocles alchata) y la Ortega (Pterocles orientalis), el Alcaraván (Burhinus oedicnemus) o la Calandria (Melanocorypha calandra) presentes en estas áreas declaradas por la Unión Europea como Zonas de Especial Protección para las aves (ZEPA).
La gran diversidad de ambientes presentes, con lagunas con distinto grado de salinidad, bosquetes de encinas, pinares, campos de cereal y zonas de cultivo posibilita que a escasos kilómetros de la costa encontremos un variado conjunto de especies que hará las delicias de cualquier apasionado de las aves como anátidas, limícolas, flamencos o grullas.
Incluso, si somos afortunados, podremos observar una de las especies más importantes y escasas de la avifauna europea, el Águila imperial ibérica (Aquila adalberti), que utiliza estos campos como zona de caza.
Y no se preocupe si no incluyó en su maleta prismáticos o telescopio. Nosotros le prestaremos el equipo necesario para que pueda disfrutar de una magnífica jornada de observación de aves.
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