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El blog de Oxytours

67 llaves para una Identidad

Cuando éramos críos teníamos un juego de calle, uno que por encima del resto nos llevaba horas y horas recorriendo los pasajes de la Cuesta, de un lado para otro. Nos apasionaba coleccionar llaves perdidas y con ellas, intentar abrir candados ajenos. Íbamos cargados con manojos de llaves, la mayoría encontradas en la calle, oxidadas, pero una vez limpias y recuperadas para la causa, ingresaban en nuestro llavero para intentar abrir todos los candados que veíamos, sin maldad, simplemente por el hecho de poder abrirlos, por la satisfacción de conseguirlo, lo que aunque parezca difícil ocurría de vez en cuando. Con el tiempo el barrio se nos quedó corto y comenzamos a recorrer las Lomas, hacía el Palamó y Orgegia. Por aquel entonces y sin darnos cuenta, la atención de algunos comenzó a pasar de los candados a los árboles y sus nidos. También sin maldad, simplemente nos gustaba ver pájaros, nos encantaba recorrer las sendas que iban a media ladera entre los pinos de las Lomas, algo más arriba de los caminos por los que transitaba todo el mundo.

Lo bueno de recorrer estos y otros senderos es que están repletos de buena gente, afín a uno y a menudo, esa afinidad inicial se convierte en respeto hacia los que te acompañan en el camino, en el que acabas escuchando atentamente, en silencio y aprendiendo de los que saben más que tú, creciendo gracias a ellos. Hace pocos días compartí y disfruté una de esas conversaciones sin orden ni intención donde se hablaba de plantas, de tradición, de pasado, de futuro y, sobre todo, de Identidad. De identidad en la cocina, de tradición en la elaboración, de alma y corazón en lo que se hace, en lo que se sirve. Palabras que a menudo no se entienden en el mundo exterior pero que en la intimidad de ese sendero que subía hacia la montaña para penetrar en ella sonaban reales y sobre todo, necesarias. Hablan de la memoria gustativa, su recuerdo y evolución y de cómo se algunas personas tienen la firme convicción de presentarla en la actualidad en sus tiempos justos, que por supuesto son pausados y cercanos. Identidad, lo que te define, lo que has sido, eres y serás. Por supuesto, independientemente de si nos referimos a una persona, a la cocina, a un territorio o al turismo. Es lo mismo, todo uno.

Caminando por senderos perdidos en montañas encontradas, entre el Cavall y Aitana (Alicante). Noviembre 2015

Precisamente fue en esos mismos días cuando ha coincidido en el tiempo y en el contenido distintas noticias y eventos relacionados con el sector turístico y su futuro a corto plazo, todas ellas con un común denominador. Desde el Tourist Talent Networking Event de Madrid, donde se hablaba de la necesidad de escapar de productos encorsetados para posibilitar que el cliente sienta, se emocione y se sorprenda durante su estancia, destacando la necesidad de los profesionales turísticos en interactuar a nivel emocional con sus clientes, de transmitirles sensaciones que perduren. Pasión, o la evolución de la comunicación, siendo más importante como lo cuentas que lo que cuentas en sí. O qué decir del título que eligieron los alumnos de 4º curso del grado de Turismo de la Universidad de Alicante para el III Encuentro entre profesionales y estudiantes del sector turístico que tuvo lugar en el CdT de Alicante: Emociones en el sector turístico. Emoción y Pasión, necesidad de sorprender y una vez más, ser diferentes, proclamado bien desde el foro más global y mediático, bien desde el más pequeño y local, pero también más cercano y hasta quizás más auténtico.

III Encuentro entre profesionales y estudiantes del Sector Turístico. CdT Alicante, 10 diciembre 2015

O las recientes palabras de José Luis Gascó, director del Instituto Universitario de Investigaciones Científicas (IUIT) de la UA en el diario Información, bajo el título de «Nos creemos mejor de lo que somos» hablando sobre el turismo en nuestra zona como «no sabemos definir qué queremos que sea nuestra ciudad». Cambiad si se desea ciudad por provincia, destino, región, restaurante, hotel o museo. Todo vale.

Fue leyendo estas noticias y escuchando a ponentes cuando vinieron a mí las palabras pronunciadas por amigos desde aquel estrecho sendero, entre lentiscos, ruscos y aladiernos, y que hablan de tradición, de autenticidad, de emoción, pasión y genuinidad relacionada con la tierra, con sus gentes, palabras que quieren agruparse todas en una, todas en Identidad.

La identidad del territorio, por la que se ha apostado en zonas rurales como elemento clave para su dinamización social y económica, aquí parece no ser tan importante, presentándose a menudo difuminada y arrinconada. Quizás parezca que no es necesaria, el clima y las playas llenan los hoteles por si solos, es lo único que nos hace falta, y los tenemos de sobra. Aunque quizás no sea así para siempre, quizás haya que variar el rumbo de manera decidida hacia esa pasión, hacia una identidad bien definida. Si no lo hacemos continuaremos poniendo costosos e ineficaces parches, de tanto ofrecer experiencias que no emocionan, de diferenciarnos sólo en notas de prensa.

Arrós en ratlla i boniato. Restaurant Ca l’Angels, Polop (Alicante)

Esta identidad como territorio, habitualmente referida a aspectos ambientales y culturales, debe ser mucho más amplia y transversal ya que afecta a todos los niveles de nuestra sociedad, pasada, presente y futura. La eternamente demandada diferenciación del destino, el desarrollo de productos e iniciativas que complementen y enriquezcan la oferta turística de nuestra zona difícilmente llegarán si no somos capaces de entender esa identidad del territorio como factor de desarrollo, si no tenemos la capacidad de identificar las oportunidades que nos ofrece nuestro medio natural,  desarrollándolas de forma respetuosa y sostenible, estructurada y coherente. Por supuesto que se trabaja en esa línea desde hace un tiempo, pero necesitamos una mejor coordinación, conocimiento y colaboración entre instituciones públicas y privadas que nos permita ser cada día un poco mejor, un poco más diferente que el resto de destinos.

Parque Natural de las Lagunas de La Mata – Torrevieja, rutas ecoturísticas organizadas por el Ayuntamiento de Torrevieja y guiadas por Oxytours. Noviembre 2015

Habría que parar. Y volver a caminar lentamente por los valles de Laguar o Gallinera, por las laderas de nuestras montañas, desde Serra Gelada a orillas del Mediterráneo hasta las alturas de Aitana y Serrella, apartando a nuestro paso el carrizo en el Fondó y pisando tierras saladas en Monnegre o La Mata, viendo como el viento forma olas de cereal en Villena o navegar frente a la torre del Charco en La Vila. Quizás en uno de esos senderos, en uno de esos rincones estén las llaves necesarias que nos permitan mirar alrededor de otra manera, a sentir el suelo que pisamos, conectar con él, vivirlo como propio.

Es posible que no sean necesarias 67, quizás unas pocas o incluso una sola llave sea suficiente para abrir el candado, para ayudarnos a ser auténticos, únicos y a emocionar a nuestros clientes desde un barco, delante de los fuegos, sirviendo una mesa, a pie de excavación o buscando alas entre el arrozal.

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– Gracias  una vez más a David Ariza y Paco Teuler por compartir camino, flores, mesa  y vida pero sobre todo, montañas que como Paco bien dice, no son nuestras. Nosotros somos suyos. Si los queréis conocer, no dejéis de visitar la web del Restaurante Ca l’Angels de los hermanos Teuler o el trabajo de David.

– Gracias a J. Antonio Pujol, por compartir con tod@s su paseo de noviembre por La Mata y sus 67 llaves, que mi infancia hizo suyas. Tenéis el post sobre aquel día en la página de Facebook de Crónicas Naturales de Torrevieja, aquí.

– Gracias a los organizadores del III Encuentro entre profesionales y estudiantes del sector turístico de la Universidad de Alicante. Un evento que, desde la sencillez y la pasión, permite compartir vivencias y experiencia entre distintos ámbitos del sector turístico de nuestra zona, enriqueciendo tanto a estudiantes como por supuesto, a profesionales.